¿Qué pasa si el dispositivo interespinoso no funciona?
En algunos casos, el dispositivo puede no aliviar completamente los síntomas. Esto puede deberse a una mala indicación, a un avance de la degeneración discal o a una mala respuesta del paciente. Lo positivo es que se trata de una técnica reversible: el dispositivo puede ser retirado y sustituido por otro tratamiento quirúrgico, como una discectomía o una artrodesis lumbar, si fuera necesario.
¿Me lo pueden poner si ya he tenido otra cirugía de columna?
Depende. Si has sido operado previamente con discectomía o laminectomía, y conservas la anatomía interespinosa, sí puede colocarse un espaciador. Sin embargo, en casos de artrodesis previa o deformidades importantes, suele descartarse. Es fundamental valorar el caso con resonancia magnética y escáner.
¿Es normal sentir el dispositivo al moverme?
No. El dispositivo está diseñado para integrarse con la estructura ósea y no debe generar sensación de cuerpo extraño, presión o dolor localizado. Si esto ocurre tras la fase de recuperación inicial, puede indicar una mala colocación o reacción del tejido circundante. En ese caso, se debe consultar al neurocirujano.
¿Pitaré en los controles de seguridad o puedo pasar por un escáner?
Los dispositivos interespinosos están hechos generalmente de aleaciones de titanio, un material biocompatible que no interfiere con detectores de metales ni con pruebas como la resonancia magnética. Aun así, es recomendable llevar un informe médico o tarjeta identificativa del implante cuando se viaja.
¿Cuánto tiempo dura un dispositivo interespinoso?
Están diseñados para ser permanentes, aunque su duración efectiva dependerá de cada paciente y de la evolución de su columna. Algunos pacientes conviven con ellos durante décadas, mientras que en otros casos, si el dolor reaparece o progresa la degeneración, puede plantearse su retirada o el paso a una cirugía más definitiva.
¿Puedo hacer fuerza o cargar peso tras un espaciador interespinoso?
Sí, pero de forma progresiva y supervisada. Tras el periodo de recuperación (4 a 6 semanas), se puede volver gradualmente a levantar peso y hacer actividad física. Se recomienda evitar esfuerzos excesivos de forma brusca, sobre todo en personas con debilidad muscular lumbar o historial de lesiones previas.
¿Me darán la baja laboral tras la cirugía?
Sí. Aunque se trata de una cirugía poco invasiva, se considera un procedimiento quirúrgico con indicación de reposo funcional. La duración de la baja laboral puede ir desde 1 semana en trabajos sedentarios hasta 4–6 semanas en trabajos físicos. El médico valorará en cada caso el tiempo necesario.