¿Cómo se trata una luxación de rótula?
Para conocer si la rótula está luxada, es necesario evaluar el rango de movimiento de la rodilla y después realizar pruebas de imagen, como la resonancia magnética, para confirmar el diagnóstico.
En caso de no necesitar tratamiento quirúrgico, el primer paso es reducir la rótula para colocarla de nuevo en su lugar. Después se inmoviliza la rodilla y el paciente hace uso de muletas para evitar cargar todo el peso sobre la articulación. Posteriormente, en la fase de recuperación, se recomienda la fisioterapia para favorecer la movilización, tonificar la musculatura y reducir la inflamación a través de ejercicios de propiocepción y ejercicios isométricos.
El paciente requerirá intervención quirúrgica si ha sufrido varias luxaciones de rótula seguidas, debido a una deformidad ósea congénita, o si presenta inestabilidad después del tratamiento conservador. El tipo de tratamiento quirúrgico dependerá de la gravedad y de la causa por la que se ha producido la luxación. Aunque, en la mayoría de los casos, las operaciones tienen como finalidad la reconstrucción de los ligamentos que sostienen la rótula, como el ligamento cruzado anterior o el ligamento patelofemoral.
¿Cuánto tarda en recuperarse una luxación de rodilla?
Tras sufrir una luxación de rodilla, si el paciente no necesita operarse, el tiempo de recuperación será de 6 a 8 semanas. Aunque este tiempo se puede alargar si ha sido necesaria la cirugía o tiene lugar algún tipo de complicación.
Para una correcta recuperación, y de manera complementaria al tratamiento conservador, puede ser recomendable:
- Dolor o molestias en la articulación.
- Entumecimiento y palidez, cuando hay alteraciones en los nervios.
- Incapacidad para caminar.