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Artrosis de hombro
Síntomas, tratamiento y prevención

¿Qué es la artrosis de hombro?

La artrosis de hombro, también conocida como osteoartritis de hombro, es una condición médica que afecta las articulaciones del hombro. La artrosis es una enfermedad degenerativa crónica de las articulaciones que provoca el desgaste del cartílago que recubre las superficies articulares. En el caso de la artrosis de hombro, el cartílago que cubre los extremos de los huesos en la articulación del hombro se desgasta gradualmente.

La articulación del hombro está formada por la unión de la cabeza del hueso del brazo (húmero) con la cavidad de la escápula (omóplato). El cartílago articular permite un movimiento suave y sin fricción en la articulación, pero con la artrosis, el cartílago se desgasta y se vuelve más delgado, lo que lleva a la fricción entre los huesos durante el movimiento.

Artrosis de hombro

Síntomas de la artrosis de hombro

Generalmente, los síntomas comunes incluyen:

    1. Dolor en el hombro: El dolor es uno de los síntomas más comunes. Puede ser constante o intermitente y empeorar con la actividad física o el movimiento del hombro. El dolor puede ser profundo y sordo, y a menudo se localiza en la parte frontal o lateral del hombro.
    2. Rigidez: La rigidez articular es otro síntoma frecuente. Puedes sentir dificultad para mover el hombro por completo. La rigidez suele ser más notoria después de períodos de inactividad, como despertar por la mañana o estar sentado durante mucho tiempo.
    3. Pérdida de movimiento: A medida que la artrosis progresa, es posible que experimentes una disminución en el rango de movimiento del hombro. Puedes tener dificultad para levantar el brazo o realizar movimientos específicos, como peinarte o alcanzar objetos en estanterías altas.
    4. Debilidad muscular: La artrosis de hombro también puede llevar a una debilidad en los músculos del hombro y el brazo afectados. Esto puede dificultar ciertas actividades y provocar una sensación de falta de fuerza.
    5. Clics o chasquidos: Al mover el hombro afectado, es posible que escuches clics, chasquidos u otros sonidos similares. Estos ruidos pueden ser el resultado de la fricción entre los huesos y los cambios en la articulación debido al desgaste del cartílago.

Causas de la artrosis de hombro

La artrosis de hombro puede ser causada por varios factores, entre ellos:

  1. Envejecimiento: Con el paso del tiempo, el cartílago articular puede desgastarse y deteriorarse gradualmente, lo que conduce a la artrosis.
  2. Lesiones previas: Las lesiones anteriores en el hombro, como fracturas, luxaciones o lesiones del manguito de los rotadores, pueden aumentar el riesgo de desarrollar artrosis en la articulación del hombro.
  3. Uso excesivo: Las actividades físicas o deportivas que implican movimientos repetitivos del hombro o el uso excesivo de la articulación también pueden contribuir al desgaste del cartílago y al desarrollo de artrosis.
  4. Malformaciones congénitas o anatómicas: Algunas personas pueden nacer con una estructura anatómica del hombro que aumenta la probabilidad de desarrollar artrosis. Por ejemplo, una cavidad glenoidea (parte de la escápula que se une con la cabeza del húmero) poco profunda o una inestabilidad congénita de la articulación pueden ejercer mayor presión sobre el cartílago y acelerar su deterioro.
  5. Artritis reumatoide: La artritis reumatoide, una enfermedad autoinmune que causa inflamación en las articulaciones, también puede afectar la articulación del hombro y provocar artrosis en etapas posteriores.
  6. Otras condiciones médicas: Como la osteonecrosis (muerte del tejido óseo) o la hemocromatosis (acumulación de hierro en las articulaciones), también pueden predisponer a la artrosis de hombro.

Tratamiento de la artrosis de hombro

El tratamiento de la artrosis de hombro puede implicar una combinación de opciones no quirúrgicas y quirúrgicas, dependiendo de la gravedad de los síntomas y la afectación funcional. Los enfoques no quirúrgicos pueden incluir fisioterapia, medicamentos para el dolor, terapia ocupacional y cambios en el estilo de vida. En casos más graves, la cirugía puede ser necesaria para reparar o reemplazar la articulación del hombro dañada.

La terapia física desempeña un papel importante en el tratamiento de la artrosis de hombro. Un fisioterapeuta especializado puede diseñar un programa de ejercicios y terapia específicos para ayudar a aliviar los síntomas y mejorar la función del hombro.

Estas son algunas modalidades y enfoques más utilizados:

    1. Ejercicios de fortalecimiento de los músculos alrededor del hombro, incluyendo los músculos del manguito de los rotadores.
    2. Estiramientos suaves y controlados para ayudar a mejorar la flexibilidad y el rango de movimiento del hombro.
    3. Terapia manual para mejorar la movilidad de la articulación del hombro y reducir la rigidez mediante movilizaciones articulares, masaje terapéutico y liberación miofascial.
    4. Modalidades terapéuticas, como la terapia con calor o frío, la electroterapia, la terapia de ultrasonido o la terapia de luz láser, pueden utilizarse como complemento de la terapia física para aliviar el dolor, reducir la inflamación y promover la curación.
    5. Educación y autocuidado, como posturas correctas, modificaciones en las actividades diarias y consejos para proteger la articulación del hombro.

A continuación se presentan algunos ejercicios recomendados:

    1. Movimientos pendulares: Inclínate hacia adelante y apoya la mano del lado afectado en una superficie elevada, como una mesa. Deja que el brazo cuelgue relajado y realiza movimientos de balanceo suaves hacia adelante y hacia atrás, y de lado a lado.
    2. Rotaciones externas con banda elástica: Sujeta una banda elástica a la altura de la cintura y toma el extremo de la banda con la mano del lado afectado. Mantén el brazo doblado a 90 grados y el codo pegado al costado. Luego, gira el antebrazo hacia afuera, alejándolo del cuerpo contra la resistencia de la banda. Realiza de 10 a 15 repeticiones, de forma lenta y controlada.
    3. Elevaciones laterales con pesas ligeras: Sostén una pesa ligera en cada mano y mantén los brazos estirados a los costados del cuerpo. Luego, levanta los brazos hacia los lados hasta la altura del hombro, manteniendo los codos ligeramente flexionados. Baja lentamente los brazos y repite el movimiento de 10 a 15 veces.
    4. Rotaciones internas con banda elástica: Sujeta una banda elástica a la altura de la cintura y toma el extremo de la banda con la mano del lado afectado. Mantén el brazo doblado a 90 grados y el codo pegado al costado. Luego, gira el antebrazo hacia adentro, acercándolo al abdomen contra la resistencia de la banda. Realiza de 10 a 15 repeticiones, de forma lenta y controlada.
    5. Estiramientos del manguito de los rotadores: Uno de los estiramientos más comunes para el manguito de los rotadores es el estiramiento de cruzado. Coloca el brazo afectado sobre el pecho, doblando el codo y utilizando el brazo opuesto para aplicar una suave presión hacia el cuerpo. Mantén la posición durante 20-30 segundos y repite varias veces.

Después de recibir tratamiento para la artrosis de hombro, es común que se recomiende un programa de rehabilitación para ayudar a restaurar la función y fortaleza del hombro. Aquí hay algunos aspectos clave que se suelen abordar en la rehabilitación después del tratamiento de artrosis de hombro:

    1. Fisioterapia.
    2. Ejercicios de fortalecimiento.
    3. Movilidad y estiramientos.
    4. Control del dolor e inflamación.
    5. Actividades funcionales y readaptación.
    6. Educación y autocuidado.

El diagnóstico de la artrosis de hombro generalmente se realiza a través de un proceso que incluye varias etapas:

    1. Historial clínico y examen físico: El médico comenzará por recopilar información sobre tus síntomas, antecedentes médicos y cualquier lesión previa en el hombro. Luego, realizará un examen físico para evaluar el rango de movimiento, la fuerza y la sensibilidad en el hombro afectado. También puede buscar signos de inflamación, deformidad o limitaciones en la movilidad.
    2. Radiografías: Las radiografías del hombro son una herramienta común utilizada para diagnosticar la artrosis. Pueden revelar signos de desgaste del cartílago, como estrechamiento del espacio articular, formación de osteofitos (espuelas óseas) y cambios en la estructura ósea.
    3. Resonancia magnética (RM): En algunos casos, puede ser necesario realizar una resonancia magnética para obtener imágenes más detalladas del hombro. La RM puede mostrar el estado del cartílago, los tendones, los ligamentos y otras estructuras del hombro, permitiendo una evaluación más precisa de la artrosis y cualquier lesión asociada.
    4. Ecografía: La ecografía se utiliza a veces para evaluar el estado de los tejidos blandos, como los músculos, tendones y bolsas sinoviales en el hombro. Puede proporcionar información adicional sobre la presencia de inflamación, roturas o cambios degenerativos en estos tejidos.
    5. Análisis de líquido sinovial: En algunos casos, se puede realizar una aspiración de líquido sinovial de la articulación del hombro para analizarlo en busca de signos de inflamación o infección. Este procedimiento se realiza utilizando una aguja y puede proporcionar información adicional para confirmar el diagnóstico y descartar otras condiciones.

Prevención de la artrosis de hombro

La artrosis de hombro puede deberse a diferentes factores, sin embargo, existen algunas medidas que pueden ayudar a reducir el riesgo de desarrollar esta enfermedad o retrasar su progresión:

    1. Mantener un peso saludable para reducir el estrés y la presión sobre la articulación del hombro.
    2. Mantener una postura adecuada con una buena alineación del hombro y una postura adecuada que ayude a distribuir la carga de manera equitativa y a reducir la tensión en la articulación.
    3. Evitar movimientos repetitivos y lesiones que puedan desgastar el cartílago.
    4. Utilizar equipo de protección adecuado y mantener una técnica adecuada al realizar actividades físicas o deportivas.
    5. Realizar ejercicios de fortalecimiento de los músculos del hombro y el manguito rotador para proteger la articulación.
    6. Mantener una buena movilidad con estiramientos regulares para prevenir la rigidez y mantener la flexibilidad en el hombro.
    7. Mantener un estilo de vida saludable con una alimentación equilibrada y rica en nutrientes, así como realizar actividad física regular.
Artrosis de hombro

Preguntas frecuentes sobre la artrosis de hombro

La artrosis de hombro es una condición crónica que implica el desgaste del cartílago de la articulación del hombro. En la actualidad, no existe una cura definitiva para la artrosis. Sin embargo, hay tratamientos disponibles que pueden ayudar a controlar los síntomas, mejorar la función y retrasar la progresión de la enfermedad.

La artrosis de hombro puede afectar a personas de diferentes edades, pero generalmente se observa con mayor frecuencia en personas de mediana edad y mayores. La edad promedio de inicio de la artrosis de hombro varía, pero suele estar entre los 50 y 60 años.

Es posible que la artrosis se desarrolle solo en un hombro, pero también puede afectar a ambos hombros simultáneamente o en diferentes momentos.

Existen varias opciones no quirúrgicas para el tratamiento de la artrosis de hombro; como analgésicos, para controlar el dolor y reducir la inflamación; terapia física; terapia ocupacional; modalidades de terapia física, como la terapia de calor o frío, ultrasonidos y electroterapia; y dispositivos de soporte, como férulas o vendajes.

Se recomienda someterse a una cirugía cuando los síntomas son severos y no responden adecuadamente a los tratamientos no quirúrgicos, cuando hay un daño estructural severo y cuando existe una limitación significativa en las actividades diarias.

El tiempo de recuperación de una cirugía de artrosis de hombro puede variar según varios factores, como el tipo de procedimiento realizado, la gravedad de la artrosis, la salud general del paciente y la adherencia a las recomendaciones de rehabilitación postoperatoria.

En general, el proceso de recuperación después de una cirugía de artrosis de hombro puede llevar varias semanas o varios meses. A continuación, se presenta una descripción general de las etapas de recuperación típicas:

Si bien no existe una dieta específica para curar la artrosis de hombro, llevar un estilo de vida saludable y hacer algunos cambios en la dieta pueden ayudar a aliviar los síntomas y mejorar la salud en general. Estas son algunas recomendaciones: mantener un peso saludable, seguir una dieta equilibrada, consumir alimentos antiinflamatorios, limitar los alimentos inflamatorios e hidratarse adecuadamente.

Para reducir el riesgo de desarrollarla o retrasar su progresión, es recomendable mantener un peso adecuado, practicar actividad física regularmente, mantener una postura adecuada, evitar sobrecarga y movimientos repetitivos, usar técnicas adecuadas al levantar objetos y mantener una dieta equilibrada.

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