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El esguince de tobillo se produce cuando los ligamentos del tobillo se estiran o desgarran. Los esguinces de tobillo generalmente ocurren debido a una torcedura o giro brusco del tobillo, lo que provoca un estiramiento excesivo de los ligamentos.
Tras haber sufrido un esguince de tobillo, el médico recopilará información sobre cómo ocurrió la lesión y los síntomas del esguince y realizará una evaluación física del tobillo. A continuación, llevará a cabo distintas pruebas para determinar la gravedad del esguince y descartar otras posibles lesiones.
Aunque los esguinces de tobillo generalmente involucran lesiones de los ligamentos y no de los huesos, en algunos casos se puede realizar una radiografía para descartar fracturas u otras lesiones óseas asociadas. Las radiografías son particularmente útiles si hay dolor intenso, incapacidad para soportar peso o deformidad del tobillo.
En casos de esguinces más graves o complicados, se pueden solicitar estudios adicionales, como resonancias magnéticas, para evaluar más detenidamente las lesiones en los ligamentos, incluyendo desgarros parciales o completos. La resonancia magnética también puede ayudar a identificar lesiones asociadas, como lesiones en los tendones o el cartílago.
La ecografía utiliza ondas sonoras de alta frecuencia para crear imágenes en tiempo real de los tejidos blandos del cuerpo. Puede ser útil para evaluar la estructura de los ligamentos, tendones y otros tejidos blandos en el tobillo. La ecografía puede ayudar a detectar la hinchazón, líquido acumulado o desgarros en los ligamentos.
El tratamiento del esguince del tobillo depende de la gravedad de la lesión y puede variar en cada caso. A continuación, se presentan algunas medidas generales que se suelen recomendar:
Aplicación de hielo en el tobillo durante 15-20 minutos cada 2-3 horas durante los primeros días después de la lesión, para reducir la inflamación y aliviar el dolor. Es importante envolver el hielo en una toalla o usar una bolsa de gel para proteger la piel.
Es importante descansar el tobillo lesionado y evitar actividades deportivas que puedan empeorar la lesión. Evita poner peso sobre el tobillo y, si es necesario, utiliza muletas u otro tipo de apoyo para ayudar en la movilidad.
nvuelve el tobillo con una venda elástica para proporcionar compresión. Esto ayuda a reducir la hinchazón y proporciona soporte adicional a los ligamentos lesionados. Asegúrate de no apretar demasiado la venda para evitar problemas de circulación.
Mantén el tobillo elevado por encima del nivel del corazón tanto como sea posible para reducir la hinchazón. Coloca almohadas o cojines debajo del tobillo mientras descansas.
Después de un esguince de tobillo, la rehabilitación y los ejercicios son fundamentales para recuperar la fuerza, la estabilidad y el rango de movimiento del tobillo.
Estos ejercicios pueden ser útiles durante el proceso de recuperación:
Movimientos de rango de movimiento
Ejercicios de fortalecimiento
Equilibrio y estabilidad
La cirugía para el esguince de tobillo no es común y generalmente se considera como último recurso cuando los tratamientos conservadores no son efectivos o cuando la lesión es grave y existe una inestabilidad significativa en el tobillo.
Algunos ejemplos de casos en los que se puede recomendar la cirugía de esguince de tobillo son:
Si el esguince de tobillo va acompañado de otras lesiones, como fracturas articulares o daño del cartílago significativas, puede realizarse una cirugía para abordar todas las estructuras dañadas.
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