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ESGUINCE DE TOBILLO

El esguince de tobillo se produce cuando los ligamentos del tobillo se estiran o desgarran. Los esguinces de tobillo generalmente ocurren debido a una torcedura o giro brusco del tobillo, lo que provoca un estiramiento excesivo de los ligamentos.

Diferentes tipos o grados de esguince de tobillo

Existen diferentes tipos de esguinces de tobillo que dependen de la gravedad de la lesión en la zona afectada:
  1. Esguince de grado I: es el tipo de esguince más leve que se produce cuando los ligamentos se estiran ligeramente, produciendo una leve hinchazón, dolor y molestias al caminar. El rango de movimiento no suele verse afectado.
  2. Esguince de grado II: este esguince se caracteriza por un estiramiento más significativo de los ligamentos, a veces con una rotura parcial, y la hinchazón, el dolor y la sensibilidad son más pronunciados. Puede haber limitaciones en el rango de movimiento del tobillo.
  3. Esguince de grado III: la gravedad del esguince es mayor cuando se produce una rotura completa de los ligamentos y el dolor y la inflamación dificultan el poder caminar. Este es el tipo de esguince más grave y puede existir inestabilidad significativa en el tobillo.

Diagnóstico del esguince de tobillo

Tras haber sufrido un esguince de tobillo, el médico recopilará información sobre cómo ocurrió la lesión y los síntomas del esguince y realizará una evaluación física del tobillo. A continuación, llevará a cabo distintas pruebas para determinar la gravedad del esguince y descartar otras posibles lesiones.

Aunque los esguinces de tobillo generalmente involucran lesiones de los ligamentos y no de los huesos, en algunos casos se puede realizar una radiografía para descartar fracturas u otras lesiones óseas asociadas. Las radiografías son particularmente útiles si hay dolor intenso, incapacidad para soportar peso o deformidad del tobillo.

En casos de esguinces más graves o complicados, se pueden solicitar estudios adicionales, como resonancias magnéticas, para evaluar más detenidamente las lesiones en los ligamentos, incluyendo desgarros parciales o completos. La resonancia magnética también puede ayudar a identificar lesiones asociadas, como lesiones en los tendones o el cartílago.

La ecografía utiliza ondas sonoras de alta frecuencia para crear imágenes en tiempo real de los tejidos blandos del cuerpo. Puede ser útil para evaluar la estructura de los ligamentos, tendones y otros tejidos blandos en el tobillo. La ecografía puede ayudar a detectar la hinchazón, líquido acumulado o desgarros en los ligamentos.

Tratamiento del esguince de tobillo

El tratamiento del esguince del tobillo depende de la gravedad de la lesión y puede variar en cada caso. A continuación, se presentan algunas medidas generales que se suelen recomendar:

Aplicación de hielo en el tobillo durante 15-20 minutos cada 2-3 horas durante los primeros días después de la lesión, para reducir la inflamación y aliviar el dolor. Es importante envolver el hielo en una toalla o usar una bolsa de gel para proteger la piel.

Es importante descansar el tobillo lesionado y evitar actividades deportivas que puedan empeorar la lesión. Evita poner peso sobre el tobillo y, si es necesario, utiliza muletas u otro tipo de apoyo para ayudar en la movilidad.

nvuelve el tobillo con una venda elástica para proporcionar compresión. Esto ayuda a reducir la hinchazón y proporciona soporte adicional a los ligamentos lesionados. Asegúrate de no apretar demasiado la venda para evitar problemas de circulación.

Mantén el tobillo elevado por encima del nivel del corazón tanto como sea posible para reducir la hinchazón. Coloca almohadas o cojines debajo del tobillo mientras descansas.

Esguince de tobillo

Ejercicios para recuperación tras un esguince de tobillo

Después de un esguince de tobillo, la rehabilitación y los ejercicios son fundamentales para recuperar la fuerza, la estabilidad y el rango de movimiento del tobillo.

Estos ejercicios pueden ser útiles durante el proceso de recuperación:

Movimientos de rango de movimiento

  1. Rotaciones del pie: Siéntate en una silla con el pie lesionado elevado. Gira lentamente el pie en círculos, tanto en el sentido de las agujas del reloj como en sentido contrario, para trabajar el rango de movimiento del tobillo.
  2. Movimientos de flexión y extensión: Sentado o acostado, mueve el pie hacia arriba y hacia abajo, trabajando la flexión y extensión del tobillo. Realiza estos movimientos de forma controlada y suave.


Ejercicios de fortalecimiento

  1. Escritura del alfabeto: Siéntate con la pierna levantada y dibuja el alfabeto en el aire con los dedos del pie lesionado. Esto ayudará a fortalecer los músculos del tobillo y mejorar la movilidad.
  2. Ejercicios de resistencia con banda elástica: Coloca una banda elástica alrededor del pie lesionado y sujeta el otro extremo a un objeto fijo. Realiza movimientos de flexión, extensión, inversión (girar el pie hacia adentro) y eversión (girar el pie hacia afuera) contra la resistencia de la banda elástica.


Equilibrio y estabilidad

  1. Ejercicios de una pierna: Párate en un pie y mantén el equilibrio durante unos segundos. A medida que te sientas más cómodo, intenta cerrar los ojos o realizar movimientos de brazos para aumentar el desafío. Puedes apoyarte en una superficie estable si es necesario.
  2. Balanceo de tobillo: Párate con ambos pies y levanta los talones, luego lentamente baja los talones hacia el suelo. Repite este movimiento varias veces para trabajar los músculos estabilizadores del tobillo.

Cirugía de esguince de tobillo

La cirugía para el esguince de tobillo no es común y generalmente se considera como último recurso cuando los tratamientos conservadores no son efectivos o cuando la lesión es grave y existe una inestabilidad significativa en el tobillo. 

Algunos ejemplos de casos en los que se puede recomendar la cirugía de esguince de tobillo son:

  • Si el desgarro es extenso y la estabilidad del tobillo se ve afectada significativamente (grado III), se puede recomendar la cirugía para reparar los ligamentos. 
  • Si experimentas esguinces de tobillo recurrentes debido a una laxitud ligamentaria crónica, puede considerarse la cirugía para reconstruir o estabilizar los ligamentos debilitados.

Si el esguince de tobillo va acompañado de otras lesiones, como fracturas articulares o daño del cartílago significativas, puede realizarse una cirugía para abordar todas las estructuras dañadas.

Esguince de tobillo
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