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causas, síntomas y tratamientos
Los dedos en garra son una deformidad de los dedos de los pies y los dedos de las manos. Se caracteriza por una hiperextensión de la articulación metacarpofalángica, acompañada de una flexión de la articulación interfalángica proximal y distal.
Las deformaciones en garra en los dedos del pie o de la mano pueden ser causados por una variedad de razones:
Los nervios periféricos que conectan el cerebro y la médula espinal con el resto del cuerpo están dañados. La neuropatía periférica puede causar debilidad y pérdida de sensación en los dedos y las manos, lo que puede provocar dedos en garra.
Esta enfermedad hereditaria afecta a los nervios periféricos y puede causar debilidad muscular y pérdida de sensación.
Es una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunológico del cuerpo ataca los tejidos del cuerpo, especialmente las articulaciones. La artritis reumatoide puede causar inflamación y dolor en las articulaciones, lo que puede llevar a la deformación de los dedos.
Afecta el sistema nervioso central y puede provocar debilidad muscular y pérdida de sensación en los dedos y las manos
Pueden ocurrir como resultado de lesiones traumáticas, cirugías o enfermedades
Existen varios factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de desarrollar dedos en garra:
Los dedos en garra son una deformidad que puede afectar a uno o más dedos de las manos o los pies y los síntomas pueden variar dependiendo de la causa subyacente.
Algunos de los síntomas incluyen:
El diagnóstico de los dedos en garra se basa en una evaluación clínica realizada por un médico o un especialista en la articulación de la mano o del pie. El médico examinará los dedos afectados y puede realizar pruebas para determinar la causa subyacente de la deformidad.
Durante el examen físico, el médico puede realizar pruebas para evaluar la fuerza y la sensación en los dedos, así como para determinar si hay signos de inflamación o deformidad. También pueden evaluar la movilidad y la flexibilidad de las articulaciones de los dedos.
En algunos casos, pueden ser necesarias pruebas adicionales para determinar la causa subyacente de los dedos en garra. Estas pruebas pueden incluir radiografías para evaluar la estructura ósea de los dedos, pruebas de conducción nerviosa para evaluar la función nerviosa, y análisis de sangre para detectar afecciones subyacentes como la diabetes.
Dependiendo de la causa subyacente y el tipo de deformidad, se puede recomendar un tratamiento conservador o quirúrgico.
➜ Ejercicios de estiramiento y fortalecimiento para mejorar la movilidad y la flexibilidad de las articulaciones afectadas.
➜ Férulas o dispositivos de soporte para ayudar a mantener los dedos en una posición más neutral y prevenir la deformidad.
➜ Medicamentos analgésicos o antiinflamatorios para aliviar el dolor y la inflamación.
➜ Inyecciones de corticoesteroides para reducir la inflamación y aliviar el dolor.
En algunos casos graves, la cirugía puede ser necesaria para corregir la deformidad y restaurar la función normal de los dedos.
Existen varios tipos de cirugía que se pueden realizar para corregir los dedos en garra, y la elección del procedimiento dependerá de la causa subyacente y la gravedad de la deformidad. Algunos de los tipos de cirugía que se pueden realizar incluyen:
➜ Liberación del tendón: se corta el tendón que está causando la deformidad y se vuelve a unir en una posición más neutral para permitir que el dedo se enderece.
La recuperación de los dedos en garra después de la cirugía puede tomar varias semanas o incluso meses, y puede requerir terapia física o rehabilitación. La terapia física puede incluir ejercicios de estiramiento y fortalecimiento, masajes, terapia manual y otras técnicas para ayudar a mejorar la movilidad y la fuerza en los dedos afectados.
Además de la terapia física, también es importante seguir las recomendaciones del médico en cuanto al cuidado postoperatorio, como mantener los dedos elevados, usar férulas o dispositivos de soporte según sea necesario, y tomar medicamentos según lo prescrito.
Algunas medidas que se pueden tomar para prevenir los dedos en garra incluyen:
Las causas más comunes de la lesión de dedos en garra son: enfermedades subyacentes, como la artritis, la diabetes, la enfermedad de Dupuytren, la enfermedad neuromuscular y otros trastornos del sistema nervioso; lesiones repetitivas en las manos y dedos; lesiones traumáticas, como una fractura en los huesos de los dedos; y, anomalías congénitas que pueden predisponerlos a desarrollar dedos en garra a lo largo del tiempo.
No siempre es posible prevenir los dedos en garra, pero existen algunas medidas que se pueden tomar para reducir el riesgo de padecerlo, como mantener una buena salud, realizar cambios en el estilo de vida y evitar el calzado inadecuado.
Se puede aliviar el dolor de los dedos en garra mediante ejercicios de estiramiento, compresas de hielo o calor, antiinflamatorios, inyecciones de corticosteroides o uso de soportes para los dedos, como férulas o aparatos ortopédicos.
El tiempo de recuperación puede ser bastante rápido o llevar más tiempo, dependiendo de la gravedad de la afección y del tipo de tratamiento que se haya recibido. El tratamiento no quirúrgico puede conllevar varias semanas o incluso meses de recuperación, mientras que, dependiendo del tipo de cirugía y la gravedad de la afección, el tratamiento quirúrgico puede acelerar la recuperación.
El mejor tratamiento para la lesión de dedos en garra dependerá de la causa subyacente y de la gravedad de la afección. En algunos casos, el tratamiento no quirúrgico puede ser suficiente, mientras que en otros casos puede ser necesaria la cirugía.
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