LESIONES EN EL LIGAMENTO CRUZADO ANTERIOR

¿Qué es el ligamento cruzado anterior y por qué se lesiona?

El ligamento cruzado anterior (LCA) es uno de los cuatro principales ligamentos que se encuentran en la rodilla. Se extiende desde la parte anterior de la tibia (espinilla) hasta la parte posterior del fémur (hueso del muslo) y tiene una forma de X, de ahí su nombre.

El LCA desempeña un papel crucial en la estabilidad de la rodilla, ya que evita el desplazamiento excesivo hacia adelante de la tibia con respecto al fémur y proporciona estabilidad rotacional. Permite movimientos suaves y controlados de la rodilla durante actividades como correr, saltar, cambiar de dirección y girar.

La lesión del ligamento cruzado anterior es una lesión común en la rodilla, especialmente en deportes de alta demanda física que implican cambios bruscos de dirección, saltos o movimientos de rotación, como el fútbol, el baloncesto y el esquí. Las causas de las lesiones en el ligamento cruzado anterior más comunes son:

Síntomas y diagnóstico de las lesiones en el ligamento cruzado anterior

Los síntomas de las lesiones en el ligamento cruzado anterior son:

El diagnóstico de las lesiones en el ligamento cruzado anterior se basa en:

Tratamiento de las lesiones en el ligamento cruzado anterior

Tratamiento no quirúrgico

  1. Reposo y protección: En las etapas iniciales después de la lesión, es importante descansar la rodilla y evitar actividades que puedan empeorar la lesión. El uso de muletas y una rodillera o férula puede brindar estabilidad y protección adicional.
  2. Terapia física: Un fisioterapeuta puede diseñar un programa de ejercicios específicos para fortalecer los músculos alrededor de la rodilla, mejorar la estabilidad y la función, y ayudar a restaurar el rango de movimiento. Esto puede incluir ejercicios de fortalecimiento, estiramientos, equilibrio y entrenamiento neuromuscular.
  3. Terapia de modificación del comportamiento: En algunos casos, se puede trabajar con un terapeuta especializado en lesiones de rodilla para abordar patrones de movimiento o comportamientos que pueden aumentar el riesgo de lesiones recurrentes. Esto puede incluir técnicas de corrección de la técnica de movimiento y estrategias para mejorar la mecánica de la rodilla durante las actividades deportivas.
  4. Uso de ortesis: Se puede recomendar el uso de un dispositivo de soporte, como una rodillera especial, para proporcionar estabilidad adicional a la rodilla y reducir el riesgo de movimientos bruscos.
  5. Medicación y modalidades de terapia: Se pueden utilizar medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) para ayudar a controlar el dolor y la inflamación. Además, se pueden emplear modalidades de terapia como la terapia de frío y calor, la electroterapia y la terapia de ultrasonido para aliviar los síntomas y promover la curación.

La cirugía de reconstrucción del ligamento cruzado anterior (LCA) es un procedimiento comúnmente realizado para tratar las lesiones graves del LCA y restaurar la estabilidad de la rodilla. Se recomienda en casos de lesiones completas o inestables del LCA, especialmente en personas jóvenes y activas que desean regresar a actividades deportivas o trabajos físicamente exigentes.

La reconstrucción del LCA implica la creación de un nuevo ligamento utilizando un injerto, generalmente tomado de la propia persona (autoinjerto) o, en algunos casos, de un donante (aloinjerto). Los injertos más comúnmente utilizados son el tendón rotuliano y el tendón de la corva (semitendinoso y grácil).

Durante la cirugía, se realizan pequeñas incisiones en la rodilla y se insertan instrumentos a través de ellas para retirar los restos del LCA dañado y preparar el área para el injerto. Luego, el injerto se coloca en la posición del LCA original y se fija con tornillos, clavos o suturas para permitir que se integre y cicatrice en su lugar.

Después de la cirugía, se requiere un programa de rehabilitación intensivo y supervisado por un fisioterapeuta. El objetivo es restaurar gradualmente la fuerza, el rango de movimiento y la función de la rodilla. El programa de rehabilitación puede incluir ejercicios de fortalecimiento muscular, ejercicios de rango de movimiento, entrenamiento de equilibrio y coordinación, y gradualmente reintroducir actividades deportivas o funcionales.

Es importante tener en cuenta que el ligamento cruzado anterior (LCA) no se puede fortalecer directamente, ya que es un tejido conectivo y no un músculo. Sin embargo, el fortalecimiento de los músculos que rodean la rodilla puede ser beneficioso para proporcionar estabilidad y apoyo a la articulación de la rodilla.

    1. Cuádriceps:
      • Sentadillas: Puedes realizar sentadillas controladas con el peso del cuerpo o con pesas adicionales. Mantén los pies separados al ancho de los hombros, baja lentamente hacia abajo doblando las rodillas y las caderas, y luego vuelve a subir.
      • Extensiones de piernas: Siéntate en una máquina de extensión de piernas y levanta las piernas extendidas hacia adelante, manteniendo la rodilla alineada con la articulación de la máquina.
    2. Isquiotibiales:
      • Flexiones de piernas: Acuéstate boca abajo en una máquina de flexión de piernas y flexiona las rodillas contra la resistencia de la máquina.
      • Puentes de glúteos: Acuéstate boca arriba con las rodillas dobladas y los pies apoyados en el suelo. Levanta las caderas hacia arriba, contrayendo los glúteos y los isquiotibiales.
    3. Músculos de la cadera y glúteos:
      • Elevaciones de cadera: Acuéstate boca arriba con las rodillas dobladas y los pies apoyados en el suelo. Levanta las caderas hacia arriba, contrayendo los glúteos.
      • Abducciones de cadera: Colócate de lado con las piernas extendidas. Levanta la pierna superior hacia arriba, manteniendo recta la pierna y contrayendo los músculos de la cadera.
    4. Equilibrio y estabilidad:
      • Ejercicios de equilibrio sobre una pierna: Intenta mantener el equilibrio en una pierna durante 30 segundos o más. Puedes probar diferentes variaciones, como cerrar los ojos o estar en una superficie inestable.
      • Step-ups: Coloca un escalón o una plataforma estable frente a ti. Sube con una pierna y luego baja controladamente. Alterna las piernas en cada repetición.

Prevención de las lesiones en el ligamento cruzado anterior

Ligamento cruzado anterior

Recuperación y cuidados posteriores a una lesión en el ligamento cruzado anterior

Para la recuperación después de una lesión de ligamento cruzado anterior hay que tener en cuenta las siguientes recomendaciones:

    1. Descanso y protección durante las primeras etapas después de la lesión.
    2. Fisioterapia para lesiones del ligamento cruzado anterior con un programa de rehabilitación individualizado.
    3. Control del dolor e inflamación con medicamentos bajo la supervisión de un médico.
    4. Compresión y elevación con una venda elástica puede ayudar a reducir la hinchazón y proporcionar soporte.
    5. Uso de dispositivos de apoyo como rodilleras especiales o férulas para brindar estabilidad adicional a la rodilla durante la recuperación.
    6. Gradual reintroducción de actividades bajo la supervisión de un profesional.
    7. Seguimiento médico y fisioterapeuta para evaluar el progreso de la recuperación y ajustar el plan de tratamiento según sea necesario.

Preguntas frecuentes

El tiempo de recuperación de una lesión en el ligamento cruzado anterior (LCA) puede variar según diversos factores, como la gravedad de la lesión, la técnica de tratamiento utilizada, la respuesta individual del paciente y la adherencia al programa de rehabilitación. En general, la recuperación completa de una lesión en el LCA puede llevar de 6 a 9 meses o más.

No todas las lesiones en el ligamento cruzado anterior (LCA) requieren cirugía. El enfoque de tratamiento para una lesión en el LCA depende de varios factores, como la actividad física del individuo, la estabilidad de la rodilla, la presencia de lesiones adicionales y las metas personales del paciente.

En algunos casos, especialmente en personas con estilos de vida sedentarios o en aquellos cuyas lesiones son leves y no afectan significativamente la estabilidad de la rodilla, se puede optar por un enfoque conservador no quirúrgico.

Algunos ejercicios recomendados para fortalecer los músculos que rodean el LCA: sentadillas, estocadas, puentes de glúteos, elevaciones de piernas rectas y elevaciones laterales de piernas.

Después de una lesión en el ligamento cruzado anterior (LCA) y durante el proceso de recuperación, se recomienda evitar actividades físicas que puedan poner en riesgo la rodilla lesionada y aumentar la posibilidad de una nueva lesión. Por ejemplo, deportes de contacto, saltos y aterrizajes, giros y pivotes y deportes de

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