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HERNIA DISCAL CERVICAL
En Traumadrid somos profesionales altamente cualificados en las técnicas más novedosas y avanzadas para el diagnóstico, tratamiento y recuperación de lesiones y enfermedades relacionadas con la hernia cervical.
Traumatólogos y cirujanos ortopédicos de Madrid
Una hernia de disco cervical se produce cuando el centro interior de un disco cervical sufre de hernia o cuando se produce un desplazamiento del disco que produce la compresión en la médula espinal o en la raíz nerviosa. Suele producirse a consecuencia de un traumatismo o lesión en el cuello aunque sus síntomas aparecen frecuentemente de forma espontánea.
Las hernias más frecuentes son la hernia discal cervical C5-C6 y la hernia discal cervical C6-C7 mientras que la mayoría de los pacientes afectados tienen una edad comprendida entre los 30 y 50 años.
La columna cervical se extiende desde la base del cráneo hasta la parte inferior del cuello. Cada vértebra se denomina mediante la letra C y un número del 1 al 7, siendo la vértebra C1 la más cercana al cráneo.
Entre las vértebras hay un disco resistente y amortiguador. El disco consta de núcleo pulposo que es una sustancia gelatinosa consistente rodeado de una banda externa llamada anillo fibroso.
Las raíces nerviosas salen del canal medular a través de los orificios de conjunción, que son unos agujeros que existen entre las vértebras y los discos.
La hernia de disco se produce cuando se rompe o debilita el anillo fibroso y permite la salida del núcleo pulposo, comprimiendo las raíces nerviosas o médula espinal.
En el caso de la hernia discal cervical,las causas que la originan pueden ser muy variadas, sin embargo, entre los factores de riesgo más comunes podemos incluir:
Pese a que mayoritariamente los síntomas son los que hacen que el paciente solicite atención médica, hay que añadir que no todas las hernias de disco ocasionan síntomas. Es posible descubrir una hernia de disco cervical después de una radiografía practicada por otro motivo.
Cuando se produce una hernia discal cervical, el nervio que se ve afectado por ella es el que sale de la columna cervical a dicha altura. Es decir, si tenemos una hernia discal cervical C5-C6, es la raíz del nervio C6 la que se ve afectada.
En función al nervio afectado,la hernia de disco cervical puede provocar dolor en el cuello, dolor que se extiende a los hombros, brazos, manos y dedos. Adicionalmente, puede provocar entumecimiento u hormigueo en brazos o manos.
Afecta a la raíz del nervio C6. Causa debilidad en los bíceps y en los músculos extensores de muñeca. En caso de producirse hormigueo y/o entumecimiento, se irradiará hasta el pulgar de las manos. Es el tipo de hernia discal cervical más común.
Afecta a la raíz del nervio C7. Causa debilidad en los tríceps y en los músculos extensores de los dedos. En entumecimiento y/o hormigueo se extenderá desde el tríceps hasta el dedo mayor de la mano. Es la hernia más común junto con la anteriormente mencionada. En cualquier caso de hernia, el dolor puede ser sordo, constante y de difícil localización, aunque también agudo y ardiente, siendo el dolor en los brazos y cuello a menudo la primera señal de que las raíces nerviosas están irritadas.
Si la hernia es grande, puede provocar una compresión medular, dando lugar a una mielopatia cervical. En estos casos puede aparecer debilidad para mover los miembros inferiores, falta de fuerza y en casos avanzados con atrofia muscular. En ocasiones pueden producir mareo cervicogénico, es decir, mareo producido por una disfunción en la columna cervical además de producirse cefalea, o dolor de cabeza por hernia discal cervical.
Siempre partimos de la exploración clínica y los síntomas referidos por el paciente, aunque en muchos casos es necesario utilizar pruebas de imagen para obtener un mejor diagnóstico de la hernia cervical y descartar otras posibles afecciones.
La prueba más habitual y que mejores resultados da para identificar una hernia discal cervical es la RMN (resonancia magnética nuclear). A través de ella se pueden obtener imágenes que muestran de forma clara cualquier pinzamiento de raiz.
Otra prueba que puede resultar de gran utilidad para valorar la afectación nerviosa es el EGM (electromiografía). Se trata de una prueba eléctrica a través de la cual se estimulan nervios específicos. Posteriormente se insertan agujas en varios músculos de los brazos.
Si los músculos han perdido su inervación habitual, se producirá una actividad eléctrica espontánea. Mediante esta prueba podemos descartar otros síndromes de atrapamiento de nervios, tales como el túnel carpiano, atrapamiento del nervio cubital o síndrome de la salida torácica. Finalmente, también podemos utilizar el TAC y mielograma para diagnosticar incluso casos más sutiles de pinzamiento de la raíz del nervio.
La mayoría de los pacientes no requieren de operación de hernia discal cervical, ya que, en la mayoría de los casos, mediante un tratamiento conservador se producen grandes mejoras. El tratamiento conservador más común incluirá:
Es recomendable en determinados casos utilizar un cuello ortopédico para aportar descanso y estabilidad a la columna cervical.
Si mediante un tratamiento conservador no logramos mejoría del dolor, o hay una afectación en la fuerza y sensibilidad, será necesario la valoración de un especialista de columna para determinar la necesidad de un tratamiento quirúrgico.
En pacientes que sufren de compresión en la médula espinal o nervio raquídeo, será necesario recurrir a la cirugía para hernia discal cervical. Entre las distintas posibilidades encontramos:
Se trata de una operación de hernia discal cervical muy común en la que el disco es extraído a través de una pequeña incisión realizada en la parte frontal del cuello. Es posible colocar una placa en la parte frontal del injerto para otorgar una mayor estabilidad.
Se trata de una intervención quirúrgica en la cual tras extraer el disco, se coloca un disco artificial en su lugar.
En caso de padecer hernia discal cervical, los ejercicios de estiramientos tales como los practicados en el yoga o pilates, pueden ser muy beneficiosos, aunque siempre se recomienda hacerlo en un centro especializado. En casos de hernia discal cervical, la natación es otro deporte que recomendamos para su tratamiento, debido al bajo impacto que tiene sobre la columna cervical. Sin embargo hay deportes y ejercicios que no son recomendables en este escenario, tales como el padel, fútbol, crossfit o running, ejercicios que implican cargas así como un impacto repetido.
Este tipo de cirugía consiste en fijar dos o más vértebras entre sí, anulando la movilidad del disco que hay entre ellas.
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