Cadera en resorte
La cadera en resorte es el término utilizado para referirse a un grupo de lesiones músculo-tendinosas en la cadera que comparten la aparición de un chasquido con el movimiento de la articulación.
¿Qué es la cadera en resorte?
La cadera en resorte es una patología de la articulación de la cadera que se caracteriza por la sensación de un chasquido cuando un tendón o un músculo se desliza sobre una prominencia ósea. Con el paso del tiempo, el resalto del tendón provoca la degeneración de la estructura afectada.
En la mayoría de casos, el resalte se produce por un aumento de la tensión y la rigidez en la musculatura de la cadera. Puede producir o no dolor en la articulación. En caso de que sí, existe la posibilidad de que vaya acompañada de bursitis o espasmos musculares.
Aparece con mayor frecuencia en mujeres jóvenes y deportistas que realizan movimientos repetitivos de rotación externa, flexión y extensión, como bailarines de danza, saltadores de vallas o corredores.
Existen 3 tipos de cadera en resorte que se clasifican según el origen anatómico del chasquido:
- Cadera en resorte interna: el tendón del músculo iliopsoas roza con la eminencia iliopectínea de la pelvis debido a alteraciones óseas, aumento del tamaño de la eminencia o la inclinación de la cadera hacia adelante.
- Cadera en resorte externa: se produce por un aumento de la tensión de la banda iliotibial que al deslizar sobre el trocánter mayor provoca un chasquido. Algunas de las causas que favorecen el engrosamiento del tensor de la fascia lata son: debilidad en abductores, longitud dispar de las piernas o hacer carrera de fondo.
- Cadera en resorte intraarticular: aparece por la presencia de un cuerpo libre dentro de la articulación que provoca un bloqueo articular. Este tipo de lesión es menos frecuente que las dos anteriores.
Síntomas de la cadera en resorte
Los síntomas más característicos de esta patología son los siguientes:
- Chasquido audible en la cadera o proximidades de la articulación.
- Dolor lateral superficial o dolor anterior profundo en la zona inguinal.
- Dolor al realizar ejercicio físico.
- Falta de armonía al caminar.
- Aumento de flexión en la rodilla.
- Dolor durante la palpación del tensor de la fascia lata o cuádriceps.
Para confirmar la presencia de chasquido, suele realizarse una exploración física mediante pruebas funcionales como la prueba de Ober o el test de FADIR, para descartar que existe pinzamiento femoroacetabular. Aunque, el diagnóstico no invasivo más preciso es la ecografía o la resonancia magnética, con las que se puede observar el resalte del tendón.
Existen múltiples razones por las que puede existir dolor en la cadera, por lo que es necesario conocer la causas para realizar un diagnóstico diferencial. Estas son algunas de las razones más comunes por las que duele la cadera:
- Dolor lateral de cadera: problemas musculoesqueléticos como periartritis, coxartrosis, distrofia o displasia en la cabeza femoral, osteonecrosis, artrosis, etc.
- Dolor anterior de cadera: compromiso del tendón del psoas, disfunciones dorsolumbares, hernia abdominal o inguinal, dolor muscular referido, etc.
- Dolor de origen ginecológico.
Tratamiento de la cadera en resorte
En el momento en el que se sabe con certeza que se trata de cadera en resorte, el médico recomienda al paciente seguir un tratamiento conservador. Puede haber casos en los que la patología vaya acompañada de bursitis, cuyo objetivo inicial será reducir la inflamación y aliviar el dolor mediante frío y analgésicos.
Tratamiento conservador
En la mayoría de pacientes, el tratamiento conservador obtiene buenos resultados:
- Realizar estiramientos para disminuir la tensión muscular.
- Acudir a fisioterapia para un testing muscular y una exploración física.
- Seguir un tratamiento de osteopatía.
- Seguir un programa de calentamiento y ejercicios excéntricos para mejorar la musculatura.
- Infiltraciones de corticoides.
- Medicamentos antiinflamatorios.
- Modificación de la actividad física.
Ejercicios para la cadera en resorte
A continuación se exponen algunos ejercicios que ayudan a la estabilización lumbopélvica y la función muscular:
- Estiramiento de las fibras musculares del cuadrado lumbar:
- Nos sentamos en el suelo con una pierna flexionada y la otra estirada.
- Cruzamos el brazo contrario sobre la pierna que tenemos flexionada.
- Nos ayudamos del codo para girar los hombros hacia la dirección de la mano que está apoyada en el suelo.
- Estiramiento del músculo glúteo y el piramidal.
- Nos tumbamos con la pierna izquierda flexionada y la pierna izquierda colocada transversalmente encima del muslo.
- Pasamos la mano derecha por el interior del triángulo que forman ambas piernas y la izquierda por el exterior de la pierna izquierda.
- Con ambas manos, llevamos la pierna izquierda hacia el pecho.
- Estiramiento del músculo tensor de la fascia lata:
- Nos ponemos de pie con el lado lesionado cerca de una pared.
- Nos apoyamos en la pared sobre la mano del mismo lado.
- Cruzamos la pierna sana sobre la otra pierna, manteniendo el pie afectado apoyado en el suelo.
- Inclinamos la cadera hacia la pared y sostenemos unos segundos.
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